¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel, sí.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas y la misma parada en la señal roja.
Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
(pg:491)
Opinión personal:
Al principio la protagonista parece una psicópata obsesionada, y la verdad esa fue una de las razones por las cuales me gustó este libro. La obsesión que tiene Rachel con su ex-marido y la supuesta vida que estará llevando, junto con las llamadas que le hace y las historias que se crea en su cabeza, realistas y perfectas, de vidas ajenas a la suya; hacen que uno se enganche desde el principio.
En el libro, la protagonista coge siempre el mismo tren que siempre pasa al lado de unas casas. Ella vivía allí antes del divorcio, pero el ex-marido y su nueva mujer se quedaron con la casa, así que cada vez que pasa por allí se imagina sus vidas y las de unos vecinos. El caso es que un día Rachel descubre que hay algo que no es como debería y empieza a investigar.
Dos razones por las que me gustó este libro son: Una, que la protagonista (Rachel) no es la típica chica que se cree que no es una barby pero si lo es; no, Rachel es una mujer obsesionada con su ex-marido, lo que la lleva a convertirse en una obesa alcohólica estancada en la vida que no tiene ni trabajo ni casa propia. Y dos, esta escrito como si fuese un diario (en realidad varios). Si tuviese que puntuar el libro, le podría un 3 sobre 5 por que me encantó la trama y el final no es el que se espera todo el mundo cuando va a leer un thriller como este.
¡NOS LEEMOS!
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